BCN World llega a 2015 como proyecto y se aleja de convertirse en realidad

Proyecto BCN World

La Generalitat asegura que el proyecto de ocio y juego de BCN World en Tarragona está más vivo que nunca. Lo mismo mantiene Veremonte, el holding inversor del promotor Enrique Bañuelos. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Y hay como mínimo cinco signos que apuntan a que el proyecto, como pasó en su día con Eurovegas en Madrid, está más muerto que vivo. Y estas son algunas de las pistas que dejan al descubierto que el proyecto no arranca.

1. La imposibilidad de financiar suelo en España.

Pese a la voluntad de sus promotores de vender el proyecto como una operación de turismo intercontinental –traer chinos de Asia para que jueguen en el Mediterráneo–, en origen BCN World es una operación de suelo. Pero no hay financiación para el suelo en España. Se ha abierto el grifo para la promoción, pero sólo si ya se es propietario del suelo. La banca española no acepta solares como parte de la garantía y la extranjera no se ha mostrado interesada en jugar. Bañuelos consiguió inversores, sí. Pero bajo la premisa de que los terrenos los aportaba su grupo, Veremonte, comprándolos a La Caixa, un principio que no ha sido posible cumplir.

2. La falta de tamaño de Veremonte.

Veremonte no da mucha información sobre sus finanzas. Ninguna, en realidad. Pero ha quedado claro que el proyecto le venía grande. Podía poner unos 125 millones entre fondos propios o de inversores asociados, pero no los 377 que le costaba comprar el suelo en Tarragona, junto a Port Aventura. Si lo unimos con la primera pista, blanco y en botella: Bañuelos tenía el arrojo pero a veces, en grandes complejos como este, hace falta pulmón financiero.

3. La oposición de ERC.

Sea primera o segunda fuerza política, ERC será la formación clave en la próxima legislatura. ¿Y cuál es una de las exigencias que ha puesto sobre la mesa para negociar los Presupuestos con CiU? Retirar las ayudas a los casinos que aprobó la Cámara catalana para que Bañuelos sacase adelante su megacomplejo. El Parlament rebajó al 10% la tasa de la Ley del Juego cuando antes estaba en el 55%.

Ahora la formación de Oriol Junqueras quiere dar marcha atrás. Y Junqueras es un pragmático. Si hace tres años abogaba por cerrar las nucleares, en la actualidad el líder de ERC obvia el tema, consciente de que una Cataluña independiente que quiera energía barata necesitará las centrales nucleares operativas. Si los republicanos quieren dar marcha atrás en las ayudas a los casinos, es que ven BCN World sin ningún futuro.

4. La desaparición de la subestación eléctrica.

Otra pista que apunta a la muerte de BCN World es la planificación eléctrica aprobada por el Gobierno para el período 2015-2020. En ella la subestación eléctrica que debía alimentar BCN World ha desaparecido. Teniendo en cuenta que el complejo, ubicado junto a Port Aventura, iba a crear un polo de gran consumo en el sur de Tarragona, todo apunta en la nula fe en el proyecto que tiene el Ministerio de Industria.

5. El silencio de Santi Vila.

Oficialmente es el Incasol el organismo público que asume la gestión del proyecto. Pero el conseller del que depende, Santi Vila, de Territorio y Sostenibilidad, ni ha abierto la boca sobre la gran inversión extranjera en Cataluña –4.500 millones–. Fue el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, quien dio la cara por este asunto en una improvisada comparecencia. Es como si Vila hubiese pensado que ya había tenido bastante con comerse el marrón de ATLL, en cuyo origen no tiene nada que ver, para encima tener que justificar lo injustificable.

Fuente: elconfidencial.com