El Govern blinda los terrenos para levantar BCN World

Banuelos Mas Caixa

La Generalitat blindará los terrenos de La Caixa donde está previsto levantar el complejo de ocio para evitar que inversores ajenos al proyecto puedan comprar el suelo y poner en peligro la construcción de los hoteles y casinos con los que Artur Mas promete dinamizar la economía de la Costa Daurada.

El Ejecutivo catalán pactó con La Caixa una opción de compra sobre los terrenos, que le permitirá gestionar su comercialización durante los próximos 18 meses, es decir, durante el periodo previsto para aprobar el plan urbanístico que determinará los usos del espacio y en el que se deberá formalizar la inversión privada necesaria para desarrollarlo.

La firma de esa opción no implica ningún coste para la Generalitat, ni obliga a la Administración catalana a adquirir los terrenos una vez superado el periodo de año y medio en el que el Govern, a través del Institut Català del Sòl (Incasòl) pilotará su venta.

La decisión del Govern se produce después de que el teórico promotor de BCN World, Veremonte, renunciara a ejecutar su propia opción de compra sobre los terrenos de La Caixa. Un portavoz de la compañía dirigida por Enrique Bañuelos defendió que el hecho de no desembolsar en este momento los más de 377 millones pactados con La Caixa no significa que se desvincule del llamado Eurovegas catalán.

Más bien responde a un nuevo órdago en el tira y afloja con la Administración para asegurarse un desarrollo urbanístico acorde a sus expectativas. El grupo que preside Enrique Bañuelos pospone la adquisición de los terrenos y la vincula al momento en que «se conozcan las condiciones del plan urbanístico» que la Generalitat confía en aprobar antes de agosto utilizando una tramitación exprés.

La irrupción de la Generalitat dota de cierto margen de maniobra a Veremonte, le permite ganar tiempo, pero no le garantiza poder hacerse con las 500 hectáreas que dijo querer adquirir inicialmente. No lo hace porque el Govern sólo blindará y gestionará la venta de 150 de esas hectáreas, las pensadas para acoger los cuatro resorts con casinos que el Ejecutivo contempla en estos momentos.

La Caixa tiene las manos libres para vender desde hoy mismo el resto del suelo al comprador que estime oportuno. El resultado podría ser un BCN World a pequeña escala que permitiría al Govern salvar la cara y también contentaría a los alcaldes de la zona.

Veremonte negó que la falta de respaldo económico haya frustrado por el momento la operación de compra. A su juicio, «la validación técnica y financiera por un importe total de 1.200 millones de euros -más otros 200 confirmados por Value Retail-, demostrada por acreditación bancaria» para optar a los casinos es aval más que suficiente. El pasado 27 de noviembre Veremonte y sus socios (Melco y Hard Rock) se convirtieron en tres de los cuatro aspirantes al concurso público para construir los casinos anexos a PortAventura.

La mano derecha de Bañuelos sobre el terreno, Xavier Adserà, fue más allá e incluso aseguró que el complejo «seguirá adelante haya quien haya en el Govern». El consejero delegado de Veremonte negó que los inversores implicados en el proyecto estén preocupados por la posibilidad de que se avancen las elecciones en Cataluña y por la composición que pueda tener el próximo Ejecutivo catalán.

Adserà se mostró optimista con el devenir del proyecto. «Esto no ha hecho más que empezar. Hay muchas dificultades por delante, pero estamos convencidos de que sean cuales sean las circunstancias económicas que se den, al final este proyecto se hará», insistió.

El representante de Bañuelos en tierras tarraconenses defendió que la compañía todavía tiene «tiempo» para hacer sus «deberes». «Hay un grupo de empresas muy comprometidas con este proyecto y seguirán adelante», abundó antes de que la Generalitat anunciara su plan para blindar el titubeante proyecto.

Fuente: elmundo.es