El juego en Rusia acusa los efectos de la crisis del país

Flecha-de-descenso

Los grandes jugadores que antaño se desplazaban desde Moscú hasta Minsk, capital de Bielorusia, para disfrutar de fines de semana de juego y ocio, se han visto afectados por la caída de precios del petróleo y las sanciones procedentes de occidente. En consecuencia, menos visitas, menos apuestas y caída de ingresos

Conocida como «Las Vegas Rusa», la ciudad tiene locales como el XO o el Carat que desde el 2009 (cuando en Rusia se prohibió el juego) ofrecieron en sus mejores tiempos camionetas como Hummers o Range Rovers, para facilitar las ocho horas de viaje de regreso a Moscú. Grandes jugadores hicieron crecer el mercado inmobiliario de lujo de la zona tras adquirir apartamentos en la zona
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Los lunimarias de los casinos aún salpican el centro de Minsk, visible entre la arquitectura stalinista y los monumentos a figuras de la era soviética, como el fundador de la policía secreta Felix Dzerzhinsky. Pero hay un montón de lugares vacíos en torno a las mesas de juego.

En una noche de la semana reciente en el Casino Royal justo al lado de la plaza de Lenin, Alexander Isayenko, un consultor de negocios de Moscú, estaba jugando al pokér en solitario mientras su amigo miraba. Los jugadores eran también escasos en la otra media docena de mesas del casino.

«Muchos moscovitas solían venir aquí, pero ahora hay una crisis y la mayoría de ellos desaparecieron», dijo Isayenko. «Están apenas trabajando o están boca abajo por la crisis».

Golpeado por la caída de los precios del petróleo y por las sanciones occidentales, el rublo perdió más de la mitad de su valor hacia el final del 2014, y este año Rusia entró en recesión. La economía de Bielorrusia, que es fuertemente dependiente de Rusia, también se está reduciendo, pero es el reducido poder adquisitivo de los rusos que afectó enormemente a los casinos.

Según Helen Keane, gerente general de la Shangri La, hasta el 80% de los clientes del casino son rusos. Ellos no necesitan una visa para llegar a Bielorrusia, y puede llegar a Minsk rápidamente -sólo una hora y media en avión desde Moscú-, y beneficiarse del hecho de que la lengua dominante en la ciudad es el ruso. El juego más popular después de la ruleta es el «póker ruso», una variación local del Caribbean Stud Poker.

Los casinos en Minsk típicamente invitan a los jugadores que adquieren por lo menos $10.000 en fichas, con todos los gastos pagados los fines de semana, organizan vuelos charter desde Moscú y reservan habitaciones en hoteles de lujo. Muchos más llegan por cuenta propia. Desde el inicio de la crisis, sin embargo, un menor número de rusos van al extranjero a jugar, y quienes lo hacen tienen menos dinero para gastar, de acuerdo con los operadores turísticos.

Andrei Sergeyev, un desarrollador de Moscú que solía ir a Minsk al menos una vez al mes por sus negocios y para apostar dijo que volvió a la ciudad luego de seis meses, y que ahora apuesta en los casinos el 10 por ciento de lo que jugaba anteriormente.

Los jugadores con dinero ahora van a otra parte de Europa para apostar, según Sergeyev. «En todos los casinos hay una o dos personas en cada mesa …».

Los expertos dicen que la crisis es probable que continúe, y una ola de cierres recientes parece marcar el comienzo del fin para los casinos de Minsk. Más de una docena de casinos estaban operando en Minsk antes de la crisis. Pero este año, Bakara, Millennium, Mirage, Victoria y Zolotoi Arbuz a cerraron sus puertas.

El Shangri La tiene de un 10 a un 20% menos clientes que antes de la crisis, según Keane, y su poder adquisitivo también se redujo. «Nos perdimos un buen número de visitantes. Muchos de nuestros jugadores tienen menos dinero, pero aún así nos siguen visitando», dijo.

A pesar de la recesión, Isayenko y Sergeyev dijeron que Minsk mantuvo un destino mucho más atractivo que las cuatro zonas de juego especiales designadas en Rusia, donde la mayoría de la infraestructura está todavía en construcción. Uno de los casinos de la zona de juego en Azov City, que ha sido construido en medio de campos de cultivo al sur de Rostov-on-Don, opera en una carpa gigante. Azov City pronto será cerrada por completo, a favor de una zona de juegos en Sochi, lo que significa una pérdida de millones de dólares para los inversores.

Según Keane, que se inició en la industria del juego hace 30 años, pocos casinos de alta gama en Minsk sobrevivirán, mientras que muchos casinos más pequeños y salas de tragamonedas, es probable que deban cerrar.

«Hemos visto un descenso en los ingresos, pero no en la medida de que nuestro negocio se cierre. Cortamos nuestros costos», dijo.

«Rusia ha vivido a través de varias crisis, pero sobrevive, y siempre existirán algunos que jugarán», añadió. «Si usted es un multimillonario y pierde unos cuantos millones, sigue siendo un multimillonario».

Fuente: eldiario.deljuego.com