Full Tilt y PokerStars ya comparten red y jugadores

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Full Tilt y PokerStars, las dos salas de la compañía Amaya, funcionarán a partir de ahora y hasta nueva orden como dos skins de una misma red, compartiendo jugadores pero con ligeras diferencias en el software.

 

Desde que el Rational Group incluyera la compra de Full Tilt en su acuerdo para arreglar sus desavenencias con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el día en que las que fueron las dos máximas salas rivales en el sector acabarían por unirse, se ha ido acercando inexorablemente.

 

Los Scheinberg mantuvieron intacto el espíritu de ambas salas, pero el Black Friday le había dado un golpe muy duro a Full Tilt. En ella se quedaron los fieles al software, que eran bastantes, adeptos a formatos específicos de los que no había más oferta en la Red y unos cuantos despistados más.

 

Cuando las riendas pasaron a manos de David Baazov, Full Tilt se convirtió en un experimento, un laboratorio en el que probar nuevos juegos, inventar estructuras de torneos y en el que incorporar el casino y otras medidas más dolorosas como las subidas de rake.

 

Con eso se consiguió que Full Tilt se convirtiera en un nicho con comunidades propias, como las de los jugadores de 6-card Omaha, y como fuente de novedades para grinders multisala. El tráfico alcanzó cotas mínimas, que le relegaron al 14º puesto en la lista de salas de Pokerscout, y se empezó a rumorear que Amaya trasladaría a los jugadores y acabaría por vender el software.

 

Al final, se ha optado por una solución que se pretende que satisfaga al peculiar perfil del jugador de Full Tilt, que tendrá que sacrificar algunas características especiales de su lobby pero mantendrá una identidad propia dentro de una red conjunta con el pool de jugadores de PokerStars.

 

Lo primero que tiene que hacer el jugador de Full Tilt es conectarse al antiguo software con su antiguo nick, para completar el proceso de unión con PokerStars. Si tiene cuenta en la otra sala, se unirán los balances y se convertirán sus puntos VIP a StarCoins. A partir de entonces tendrá solo una identidad, con la que podrá acceder a ambas salas. De no tener cuenta en PokerStars, tendrá que crear una ID nueva. Adiós a nicks míticos como “Ziigmund”, “Urindanger”, “OMGClayAiken” o “esvedra”, pertenencientes a jugadores a los que ya se ha visto en ambas plataformas.

 

Tras actualizar el cliente se encontrará un software que en el fondo es el de PokerStars, pero que respeta el estilo visual de las bien conocidas mesas de Full Tilt, fondos y avatares incluidos. También mantienen promociones exclusivas, como The Deal, aunque el jugador ya no podrá acceder a formatos que no tienen correspondencia en PokerStars, como el mencionado 6-Card Omaha.

 

En fin, un refugio artificial para nostálgicos que al menos verán incrementar notablemente el número de jugadores en el lobby, algo que es de suponer que no tendrá el mismo reflejo al contrario. A ver cuánto tarda la absorción definitiva, que si nos ponemos agoreros es el siguiente paso lógico a dar en esta historia.

Fuente: poker10la.com