Hard Rock Entertainment World, paralizado

Hard Rock Entertainment World

Parece que la maldición que persigue a los grandes proyectos para levantar complejos de juego y ocio en nuestro país quiere ganarse una víctima más, de nombre “Hard Rock Entertainment World”. Y eso que este proyecto ha hecho auténticos malabares para esquivar el destino que corrieron El Reino de Don Quijote, Gran Scala, Eurovegas, el mismo Live… Se ha cambiado de nombre, de inversores, de tamaño, de concepto…

El calendario corre y BCN World (Hard Rock Entertainment World) no avanza. Los términos previstos por distintos cargos de la Generalitat que, en un momento u otro, se habían arrogado méritos sobre el proyecto, se han rebosado. A la complejidad propia de una obra de gran magnitud e inédita hasta la fecha, se le ha sumado la detención de varios de los responsables políticos que actuaban como directores del plan. Es el caso de la cúpula del Departamento de Economía, Oriol Junqueras y su número 2, Lluís Salvadó, y del que fuera consejero de Territorio, Josep Rull. Elsa Artadi, otra buena conocedora del proyecto, se ha apartado para asumir la dirección de la campaña de Junts per Catalunya.

Hard Rock, la única empresa que finalmente se interesó por desarrollar el megacomplejo, avanzó en julio su plan para invertir 2.000 millones de euros en la construcción Hard Rock Entertainment World, un espacio con dos hoteles y 1.100 habitaciones, un área comercial con 75 tiendas y un casino de 10.000 metros cuadrados. El coloso generaría 11.500 puestos de trabajos y se desarrollaría por fases: la primera dejaría no menos de 600 millones de euros.

Lluís Salvadó compareció en verano para anunciar que, antes de terminar el año, el inicio de las obras sería una realidad. Pero, tras los rimbombantes anuncios, la tramitación se ha encallado. El departamento de Economía reconoce que los plazos “se han congelado”. Las mismas fuentes aseguran que “el concurso sigue” pero no concretan para cuando tiene previsto la Dirección general de Tributos y Juegos dar luz verde a la licencia de casino, un trámite clave para que Hard Rock conserve su propuesta.

Mientras, se acerca la fecha límite que obligaría a la Generalitat a pagar 110 millones de euros a La Caixa por los terrenos donde se debe construir el megacomplejo turístico. A finales de 2014 la Generalitat, concretamente a través del entonces consejero de Economía Andreu Mas-Colell, pactó una opción de compra sobre los solares, situados junto al parque Port Aventura, cuando la compañía Veremonte del empresario Enrique Bañuelos renunció a desarrollar BCN World.

La opción de compra se planteaba como una solución de urgencia para tratar de salvar la operación de desarrollo del macrocomplejo. El Govern aseguró que, subrogándose en el pago, reforzaba “el control sobre el proyecto” y Andreu Mas-Colell afirmó que se trataba de una solución “óptima” para la Generalitat, puesto que pasaba a gestionar directamente a través del Incasol la asignación de los terrenos de BCN World. Fue entonces cuando Felip Puig, que ocupaba la consejería de Empresa, aseguró que con la intervención directa de la Generalitat se agilizaría el proceso y sentenció: “En 2015 el proyecto estará listo”.

Desde entonces La Caixa ha acatado tres prórrogas de la opción de compra. La última vez solo accedió pactar con la Generalitat un plazo de seis meses. El 31 de diciembre es la fecha límite. A través de un portavoz, la entidad financiera ha informado que escuchará las explicaciones de la Generalitat antes de decidir como procede tras la fecha tope.

Fuente: elpais.com