La CEJ, preocupada por la crisis de reputación, insta a cumplir escrupulosamente la normativa de juego


La difícil situación por la que atraviesa en la actualidad la industria del juego privado en España obliga a todos los subsectores a llevar a cabo un cumplimiento exhaustivo de las normativas, al objeto de evitar un mayor deterioro esta actividad. “Dado que las campañas contra el sector están haciendo mella en nuestra reputación, el cumplimiento de la legislación se hace más necesario que nunca para evitar que las autoridades promuevan medidas de castigo contra nuestra industria, pese a que siempre se ha cumplido con los estándares de juego responsable”, ha declarado Fernando L. Henar, presidente de la CEJ, al término de la reunión del Comité Ejecutivo de la patronal del bingo.

Horarios, menores y prohibidos, las preocupaciones de las Administraciones, obligan

a un control escrupuloso que no solo evite sanciones sino que demuestre que el

sector del juego en España cumple con los requisitos legales. Para la CEJ hay que

actuar sin fisuras en los aspectos más polémicos, pese a la baja tasa de juego

compulsivo y los contados casos de infracción por entrada de menores o prohibidos.

El Comité Ejecutivo de la CEJ considera injusta la ofensiva mediática y social contra el

juego privado, pero advierte que como nuestra opinión no se escucha, planean

nuevas leyes restrictivas del juego presencial en muchas CCAA mientras el Gobierno

central retrasa sin justificación el reglamento de publicidad de las apuestas online.

Esta situación tan negativa, aunque focalizada en salones y locales de apuestas, va en

detrimento de otros subsectores como el bingo.

“Según nuestros cálculos, el bingo va a decrecer en 2019 en torno a un 0,6%, añade

Henar; y con 10 CCAA en números rojos el panorama es muy pesimista para el año

que viene si no se sigue reduciendo la fiscalidad hasta el 10% que necesitamos”.