La otra cara (la bonita de verdad) de las apuestas deportivas

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Venimos diciendo desde hace ya tiempo que la apuesta deportiva divierte, atrae, es ocio, es juego y es una forma de vivir los acontecimientos deportivos de otra manera. Tanto si se realiza en vivo, como en diferido, los mercados que se ofrecen hoy día, generan entusiasmo, ilusión, y si se permite la “osadía” hasta suben el ego de los apostantes que aciertan.

Esa apuesta sana, íntegra, sin cara oscura, sin amaños de partidos… es la esencia de la apuesta deportiva de hoy en día y es la que hay que proteger, fomentar y promocionar.

Hablábamos ayer del reportaje del periódico El Mundo y del triste relato de los futbolistas que tenían todo un partido arreglado para acertar sus apuestas sobre el mismo. Hoy le toca el turno a la cara bonita de este subsector del juego. Traemos a nuestras páginas un artículo del medio lanzadigital.com que muestra como nadie la esencia de la apuesta deportiva y del que extraemos algunos fragmentos:

“Le he metido cinco euros a que hay más de 2,5 goles en el Villarrobledo-Tomelloso, menos de 2,5 en el Marchamalo-Carrión y a que gana o empata el Quintanar”. Es un comentario de un periodista deportivo la pasada semana en la zona de prensa de la Ciudad Deportiva Sur. Si uno le presta un poco de atención y lo contextualiza, no hay que ser muy sagaz para saber que el mundo de las apuestas deportivas está cambiando.

Otro ejemplo. En Almagro, apenas 9.000 habitantes, hay en estos momentos tres carteles en otros tantos locales, en los que se lee algo así como: “Próxima apertura. Juegos y apuestas deportivas”.

Las apuestas, tanto online como presenciales, están colonizando España. No se libran ni las ciudades ni los pueblos. Es un cambio de hábitos que está acabando con las viejas costumbres. Entre ellas, con la quiniela. Las cifras de recaudación así lo acreditan. Se ha pasado de los 518,32 millones de 2007, antes de que comenzara la crisis, hasta los 268,5 de 2015. En lo que llevamos de año la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, del que depende la septuagenaria quiniela, ha ingresado 207,64 millones. Mientras tanto, las apuestas deportivas on line, sólo las apuestas deportivas, excluyendo los juegos como el póker, se van a los 3.843,6 millones, según se desprende del Tercer Informe Trimestral de 2016 de Dirección General de Ordenación del Juego que acaba de ser publicado.

Razones

Las razones son muchas, algunas achacables a su propietario, como esas quinielas con la liga rusa y la brasileña de por medio, y otras contra las que es muy complicado luchar, como la dispersión de las jornadas o el “subidón” de las apuestas on line, con la recompensa inmediata, tras cada partido, además de la flexiblilidad de este tipo de apuestas, que llegan incluso a los córners que va a haber en un partido de Tercera. Por cierto, que en eso de los córners se han centrado muchas de las investigaciones por amaño.

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