Regulación y fiscalidad frenan la consolidación del juego online en España

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Como tantas otras actividades digitales, es un fenómeno de apariencia imparable. Una apuesta prácticamente segura. Superado el periodo de incertidumbre que supuso la regulación de la actividad hace tres años, el juego online en España, que ya sumaba a finales de 2014 más del 23% del total de las cantidades jugadas, ofrece síntomas de estabilización y sigue comiendo terreno a la actividad tradicional o presencial. Pero también da cierta sensación de estancamiento, de estar lejos de la ebullición que esta actividad registra más allá de nuestras fronteras. No todos son luces en el salón de juego digital nacional.

Los españoles destinaron 6.564 millones en 2014 a las distintas modalidades de online, un 17,2% más que el ejercicio anterior, según los datos recogidos en la Memoria Anual de la Dirección General de Ordenación del Juego. El Gross Gaming Revue (GGR), la diferencia entre lo jugado y los premios concedidos, sumó 254 millones el año pasado, un 11,7% más. Este es el baremo que mide los márgenes del sector, aunque que de esa cifra hay que descontar impuestos y gastos. En el primer semestre de 2015, las apuestas en la red ya sumaban más de 4.050 millones, lo que anticipa otro año de crecimiento.

Presente y futuro

El presente dice que el negocio online apenas suma el 6% del total de los beneficios del sector del azar. Sin embargo, una cifra pronostica que hay un futuro mejor: el 29,2% de los 824.026 jugadores activos (aquellos registrados que tuvieron al menos alguna actividad en 2014) tiene entre 18 y 25 años. La franja entre los 26 y los 35 años suma otro 39,4%. Además, más de la mitad de los apostantes activos en 2014 eran nuevos jugadores. Eso sí, el perfil del usuario está lejos de la paridad, casi nueve de cada diez son hombres.

La máquina avanza, pero el gran salto adelante sigue pendiente. Si se analiza el número de jugadores que realizaron al menos una participación en el mes, se aprecia que se mantiene sin grandes variaciones en torno a los 327.000. Solo en una ocasión, en septiembre de 2014, se superaron los 400.000 usuarios activos.

El sector reconoce que queda mucho margen de crecimiento, pero se queja de un contexto legal que no allana demasiado el camino. Es una actividad altamente regulada donde las tasas son mucho más elevadas que en otras industrias y que en otros países, y son empresas que invierten muchísimo en publicidad.

BAILE DE FUSIONES

Circunstancia que anticipa en España un baile de fusiones y compras como el que viven los gigantes británicos. Betfair y Paddy Power protagonizaron la semana pasada una operación de fusión valorada en 6.800 millones. En julio, Ladbrokes y Coral confirmaron la creación de un grupo conjunto con una capitalización de unos 3.000 millones. Y 888 y GVC también envidan a la grande por comprar Bwin Party, uno de los patrocinadores del Real Madrid.

Pero la regulación del sector no solo afectó a las empresas. Desde 2012, los jugadores están obligados a tributar por sus ganancias, que se integran en la base general de la Declaración de la Renta (junto a rendimientos de trabajo, actividades económicas o alquileres) y se les aplica la escala progresiva que va del 24,75 al 52%. Se debe declarar desde el primer euro y con independencia de si los premios se retiran o no de la cuenta online del usuario. No obstante, se permite la compensación de las pérdidas, es decir, se pueden restar a las ganancias obtenidas en el año.

Fuente: abc.es