Se espera que continúen las fusiones de grandes compañías de juego en Europa

Manos acuerdo

No hay lugar para los pequeños en el mercado mundial del juego online. Ganar tamaño se ha convertido en la gran obsesión de las empresas que manejan a través de la Red las emociones de millones de jugadores de póquer, casinos y apostantes de eventos deportivos de todo el mundo. Los beneficios han caído, sobre todo, por la nueva ley de Reino Unido que desde este año les obliga a pagar impuestos en el país desde el que opera el jugador en lugar de donde se ubica la compañía, como era hasta entonces. Más de 30 compañías afincadas en Gibraltar y otras localizaciones de baja carga impositiva han visto crecer sus gastos.

El baile de fusiones y adquisiciones está en marcha y ha unido en el último mes y medio a algunas de las principales compañías de un sector en el que las firmas británicas ejercen un liderazgo indiscutible. En ese periodo, Ladbrokes y Gala Coral han creado una de las mayores sociedades de apuestas de Reino Unido, valorada en 3.250 millones de euros, la irlandesa Paddy Power unió su nombre al de la británica Betfair y suman una facturación de 1.500 millones, la misma cantidad que empleó GVC en adquirir Bwin.party, que tenía un acuerdo prácticamente cerrado con 888 Holdings, todas ellas británicas.

De entre la maraña de nombres y cifras destaca un hecho: las compañías de juego online no tienen reparos en admitir que están de compras y el mayor temor de algunas de ellas es convertirse en presa en lugar de en depredador. “Los operadores buscan ganar tamaño para reducir el impacto de los costes”, señala Nicholas Bathram, analista de Peel Hunt para el sector del juego. “Los costes no dejan de aumentar. La inversión en tecnología es cada vez más importante y el gasto en impuestos es mayor conforme crecen los mercados regulados”, añade Bathram.

El más elocuente al manifestar su intención de expandir su negocio ha sido Brian Mattingley, presidente ejecutivo de 888 Holdings, con sede en Gibraltar. “No somos un objetivo”, dijo después del golpe que supuso la pérdida de la batalla por el control de Bwin tras meses de negociaciones. “Haremos adquisiciones para fortalecer nuestro segmento de apuestas deportivas”, aseguró. La compañía rechazó en febrero una oferta de William Hill por más de 950 millones al considerarla insuficiente.

William Hill es precisamente otra de las compañías que se ha quedado fuera del frenesí de fusiones y adquisiciones. Esa soledad no solo tiene consecuencias en sus cuentas anuales por la falta de sinergias, también en su cotización bursátil: el banco británico HSBC recomendó el jueves vender sus acciones por la ausencia de medidas para impulsar su negocio en medio del juego de fusiones. La entidad financiera también cuestiona la decisión de William Hill de aumentar la inversión en marketing, un área en el que espera rebajas de gasto en sus recién fusionados rivales. “El tamaño es cada vez más importante ya que permite que el gasto en marketing y desarrollo de productos alcance a un mayor número de clientes y eso se traduce en un mayor retorno de la inversión”, explica un portavoz de Betfair. La fusión de su compañía con la irlandesa Paddy Power se ha oficializado hace menos de una semana. “Betfair tiene una creciente presencia en España y esperamos que este acuerdo con Paddy Power reporte beneficios de escala
a los clientes de ambas compañías, también en España”, señala la compañía.

GIBRALTAR PIERDE ATRACTIVO

El creciente número de Estados que regulan esta actividad ha hecho que lugares como Gibraltar o la Isla de Man, donde las empresas apenas pagan impuestos, pierdan atractivo como lugar donde establecer el domicilio fiscal. “Cuentan menos. Son buenos lugares desde donde trabajar con mercados que todavía no están regulados, pero cada vez hay más países con regulación”, explica Sacha Michaud, presidente de la JDigital.

El analista de Peel Hunt, Nicholas Bathram, cree que el menor ahorro en impuestos de Gibraltar se compensa con otros incentivos para las empresas: “Hay mucho talento en torno a la industria del juego y las empresas han invertido mucho dinero allí”.

EL SECTOR CRECE EN ESPAÑA

Los españoles jugaron el año pasado 6.564 millones de euros a través de la Red, un 17% más que el año anterior, según la Dirección General de Ordenación del Juego. La gran mayoría de ese dinero se dedicó a premios: el sector se repartió 254 millones de euros, un 3,88% del total. Las apuestas deportivas se llevaron el 43% del negocio. En lo que va de 2015 se ha acelerado la tendencia positiva para las empresas de juego: en el primer semestre se han jugado 4.034 millones de euros frente a los 3.139 millones del año pasado en ese mismo periodo, un 28% más.

Las empresas ven con recelo el proyecto de real decreto de publicidad del juego que podría aprobarse antes de noviembre, tras haber pasado por la Comisión Europea y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). “Estimamos que la inversión publicitaria de los operadores disminuirá un 20% con su consecuente repercusión en el sector y en los medios de comunicación”, afirma Sacha Michaud.

Betfair considera que se debe actuar para atraer a las empresas. “España es un mercado de tamaño medio que podría crecer más mejorando su marco regulatorio. Al margen de la tributación y en términos generales, las autoridades de los mercados regulados deberían asegurar que las condiciones para jugar o apostar sean atractivas para evitar perder usuarios a manos de operadores no regulados”. España es, junto a Francia, uno de los países con una fiscalidad más alta. Actualmente hay más de 50 operadores con licencia de juego registrados por la Dirección General de Ordenación del Juego.

Fuente: elpais.com