Torres de la Alameda: decepción general por el NO de Cifuentes a Cordish

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Los habitantes de este pueblo de la Comunidad de Madrid sienten que les han quitado el caramelo de la boca. Por su parte el grupo Cordish confirma que seguirá intentando hacer realidad el proyecto.

En una carnicería de Torres de la Alameda, el tema del día no es el precio del cuarto y mitad de jamón serrano. «Todos hablan de lo mismo y todos tienen la misma opinión», asegura María Polo, la veterana tendera, que aprovecha un momento de descanso para salir del mostrador y dar su opinión de la negativa que la Comunidad de Madrid ha dado al macroproyecto de ocio planteado por Global Cities Madrid Live S.A., filial del conglomerado empresarial norteamericano The Cordish Companies. «Es una decepción para el pueblo», afirma la carnicera, que, sin embargo, no pierde la sonrisa pese a las malas noticias.

«Y qué le vamos a hacer, habrá que seguir», subraya Polo, que peina canas, quizá por lo que ve con cierta distancia el proyecto denominado «Live! Resorts Madrid», que prometía 56.000 puestos de trabajo en un pueblo que tiene 8.000 habitantes y que ayer estaba nublado y vacío. «A mi edad ya no me causa mucho sobresalto, pero reconozco que hay nuevas generaciones que vienen y, si hay trabajo, es mejor para todos», discurre Polo, que recibe con la familiaridad con la que se saluda a una clienta de toda la vida a Charo Gómez, una profesora que, pese a vivir en Madrid, vuelve al pueblo siempre que puede.

«Como no tengo tierras, casi prefiero que no salga adelante», bromea; una ironía que recibe el reproche de otras vecinas que esperaban su turno en la carnicería. «Pero, a ver, dejadme terminar», insiste Gómez, quien estima que, «como el pueblo ya ha perdido todo lo que tenía de pueblo», ella vería con buenos ojos que Cifuentes rectificara y diera luz verde a la iniciativa de Cordish. Precisamente la empresa, en un comunicado, lamenta que la Comunidad «no hubiera entendido la documentación» que les remitieron. «Estamos totalmente comprometidos a construir el proyecto en su totalidad», manifiesta la compañía.

TRAERÍA DE TODO

Sin embargo, también hay quien se alegra de que el «resort», al menos a día de hoy, esté más cerca de no fructificar que de lo contrario. «Yo estoy contenta porque a mí esto me quitaba más de lo que me daba», reconoce Susana Perea, una vecina que decidió vivir en el Corredor del Henares para huir de las prisas de la ciudad y encontrar más calidad de vida: «Yo vivía en Madrid y me decanté por venir aquí para buscar tranquilidad. Aquí vivimos bastante tranquilos y este proyecto podía traer de todo: bueno y malo».

Una de las cosas que iba a llevar el macrocomplejo a la zona era trabajo, como indica Benito Casas, un vecino de Torres que tiene que trabajar lejos de casa: «Si montan un macrocomplejo así en cualquier pueblo de España, la gente se alegra cantidad». Y la alegría allí llegó, pero hace dos días que se esfumó, como lamentan desde la carnicería: «Nos han puesto el caramelo en la boca y nos lo han quitado».

Fuente: abc.es