A información pública el planeamiento que prevé la prohibición de apertura de nuevos locales de ocio en Ciutat Vella

Ada Colau

El ejecutivo de Ada Colau ha aprobado inicialmente en comisión de Gobierno el nuevo plan de usos de Ciutat Vella, que prevé prohibir la apertura de nuevos establecimientos de ocio nocturno y los destinados a actividades turísticas, así como condicionar los de alquiler de vehículos de movilidad personal.

La propuesta de planeamiento divide las actividades entre diurnas y nocturnas y trata todo el distrito como una única zona -antes estaba dividido en varias-, en la que se podrán abrir locales en función de la densidad de actividades, el ancho viario, la superficie máxima y la vulnerabilidad de los edificios.

En concreto, el documento -que pasa a exposición pública- plantea que no se puedan abrir más locales vinculados al ocio nocturno, como discotecas y salas de fiestas; relacionados con el juego y atracciones, como bingos, casinos y salas recreativas, y audiovisuales, como locutorios y ‘karaokes’.

Propone que no se puedan abrir más establecimientos de servicios turísticos, como almacenes de equipajes, puntos de venta de tiques y de información turística; y que los de alquiler y venta de vehículos sólo podrán situarse en fincas ubicadas en los recorridos permitidos y con una superficie destinada al aparcamiento en su interior, para evitar que lo hagan en la vía pública.

Tras la aprobación inicial, el nuevo plan especial urbanístico de actividades de pública concurrencia, comercios alimentarios, servicios turísticos y otras actividades del distrito pasa a un periodo de exposición pública hasta el 4 de diciembre, y después se iniciará el proceso de negociación política.

Las actividades con impacto nocturno tendrán condiciones más restrictivas para garantizar el descanso vecinal y la convivencia, mientras que las diurnas –deportivas, culturales, sociales y tipologías de venta de alimentos– las tendrán más flexibles, para fomentar actividades culturales, espectáculos sin impacto acústico –como cines y teatros– y el comercio de proximidad.

Al contrario que en los planes de usos anteriores, no se tiene en cuenta el número de establecimientos de una misma actividad, sino que se marcan condiciones basadas en la densidad, la superficie máxima, el ancho viario y la vulnerabilidad del parque edificado.

Los objetivos del planeamiento incluyen mejorar el equilibrio entre las necesidades de los residentes y el mantenimiento de la actividad comercial; aumentar la precisión en la regulación de los establecimientos, trabajando «parcela a parcela y edificio a edificio», y restringir actividades cuando su concentración perjudique la mezcla de usos.

Ciutat Vella cuenta actualmente con 2.191 licencias de pública concurrencia –sin incluir las de hoteles, no regulados en el documento–, de las que el 41,15% son de restauración; el 27,92%, de alojamiento, y el 17,7%, de venta de productos alimentarios.

El proceso para redactar el nuevo plan de usos empezó el 14 de octubre del año pasado con la suspensión de licencias en todo el distrito -excepto la zona portuaria y actividades en el entorno de La Rambla, no reguladas en el plan-, que se ampliará hasta la aprobación definitiva de la regulación o hasta octubre de 2018.

Fuente: lavanguardia.com