Casino Roxy de Valladolid: nuevo concepto de juego y ocio con excelentes resultados

Roxy barra

Valladolid cuenta con una nueva alternativa de ocio desde hace algo más de tres meses. Se trata del Casino Roxy, muy alejado del concepto tradicional que se tenía de estos espacios, y que ofrece un espacio de encuentro «abierto a todos los vallisoletanos», incluso a los que no tienen interés por el juego. Esta fórmula de cercanía, la apuesta de la Dirección por ofrecer un recinto cálido e integral está cuajando. El aval de su éxito se cifra en las 30.000 visitas que ha registrado en estos primeros meses de vida, el triple de las que recibía cuando estaba en Boecillo.

«Son algo más de 100 días desde que inauguramos en Nochevieja y la aceptación está siendo más que interesante, ya que hemos registrado unas 30.000 visitas en nuestras instalaciones en los peores meses del año donde la actividad del ocio se ve resentida», reconoce su director general, Javier Herrero que, no obstante, insiste en que todavía queda mucho terreno por conquistar. «No nos damos por satisfechos con esto, sabemos que vamos a ir creciendo, que vamos a ganar clientes que nos van conociendo y que están descubriendo un lugar de ocio y de encuentro, donde venir a pasar un rato agradable, tomar una copa, cenar e incluso jugar algunas veces y otras no», señala.

Y es que es en este último aspecto, donde el responsable de la sala incide. «El casino a diferencia de otros establecimientos es un lugar de ocio y de recreación, no sólo un lugar de juego. No es necesario participar del juego como en un bingo u otros establecimientos», asegura para zanjar diciendo que «mucha gente que nos visita ni siquiera participa del juego».

Y es que el concepto que se tenía de estos espacios ha evolucionado en los últimos 30 años, algo que se aprecia nada más entrar en lo que eran los antiguos cines Roxy. «El concepto de casino de los primeros que se abrieron en España por los 80, el de Boecillo se abrió en el 85, ha cambiado en estos 30 últimos años. Nada tiene que ver con lo de aquella época y el casino no escapa a esa evolución. Han cambiado todos los conceptos, el cliente que iba al casino antes no tiene nada que ver con el que viene ahora», reconoce para resaltar los beneficios que un casino aporta a la ciudad. «Se trata de un sector de ocio, muy legislado, fiscalizado y regulado por la Administración y ya no tiene sentido de sacarlo fuera de las ciudades, como marcaba la ley en aquellos tiempos, porque forma parte del propio ocio de la ciudad. De hecho un casino le viene bien a la ciudad porque aumenta su oferta tanto para el turista como para el propio ciudadano. Donde hay un casino se genera actividad y eso es bueno», señaló.

Evidentemente, el juego y sus variantes, forman parte de su oferta. La sala de máquinas destaca por su modernidad, manejo sencillo y los premios que reparte. «Hemos configurado una sala de máquinas muy actual, con un tipo de máquina, la C, exclusiva de casinos donde el jugador participa más. Son de azar, cada jugada no está programada, no forma parte de un ciclo como ocurre con las máquinas de tipo B», aclara, para insistir en el margen de devolución de premios. «Son máquinas donde el porcentaje de devolución en premios es mucho mayor que el de las demás. Estamos hablando una devolución en premios que supera el 97 por ciento y es una máquina activa donde el jugador se entretiene de verdad a muy bajo coste, ya que en la mayoría se puede jugar desde un céntimo de euro, por lo tanto las posibilidades de jugar y entretenerse por bajo precio son evidentes», puntualiza. «Puedes jugar desde las tradicionales ruletas, black jack, póker, también hay videojuegos, bingo y rodillo… Las que más éxitos tienen son las de
ruleta y bingo», enumera.

Variedad de juegos. Si moderna es la zona de máquinas, no menos cuidada están el resto de salas donde se puede jugar desde el black jack, a la ruleta americana, pasando por el póker, etc. «El resto de juegos son los tradicionales, el póker, el black jack, la ruleta americana por encima de todo, que es la que más aceptación tiene tanto aquí como en Castilla y León y el resto de España, sobre todo, entre los jugadores nacionales. Además, el póker está muy de moda, ha entrado como algo novedoso en los casinos y tiene su público en los torneos que, diariamente hacemos, y en los que por muy poca cantidad se puede participar. Estamos hablando de un precio de 5 euros», insiste Javier Herrero.

Pero la oferta del Casino Roxy es mucho más amplia y no se ciñe solo al juego. Y es que el ocio ocupa una parte muy importante dentro de este nuevo espacio. «Tenemos tres barras para atender a nuestros clientes donde se sirven las bebidas más actuales con un personal altamente cualificado. La gente que no conoce este casino se sorprende mucho porque es un sitio muy agradable donde sabes que siempre vas a encontrar gente, donde hay ambiente, y donde vas a estar cómodo y muy bien atendido», aseguró.

Otra de las joyas del casino es su cocina, que prolonga el buen servicio que se daba en Boecillo. «Es una continuidad mejorada de la hostelería, de la que hemos hecho mucha y muy buena fama a lo lardo de los últimos 30 años en Valladolid. Es una hostelería de primer nivel, de reconocido prestigio y hemos creado un restaurante del que nos sentimos muy orgullosos, desde su ubicación, un lugar privilegiado, una tribuna desde el que se divisa el casino en su integridad y que hace de él un lugar exclusivo y muy acogedor», señaló para calificar la carta de «atractiva, actual, combinando platos de cocina tradicional con otros novedosos». «Todo ello de la mano de nuestro gran chef Pedro Alonso, que es de Valladolid pero que se ha llenado de los conceptos más internacionales de la cocina después de trabajar en países como Francia y Suiza», incide para reconocer que «la carta ha llamado la atención muchísimo en estos primeros meses por la calidad y variedad de los platos y por los precios». «La gente se sorprende de que una cocina de tanta calidad tenga unos precios tan ajustados con un menú, de domingo a jueves, por tan solo 20 euros», señaló.

«Es una experiencia que no debe de perder, aquí puede cenar todo el mundo, no es exclusivo para gente de casino, es un lugar donde se va a sentir muy bien y donde seguro que repetirá como están haciendo todos los que se acercan a conocernos. Nuestra cifra de comensales respecto de Boecillo se ha cuadruplicado. La gente sale muy satisfecha», concluyó Herrero.

Fuente: eldiadevalladolid.com