Competiciones menores, de nuevo en el punto de mira de amaños de partidos


En este caso hablamos de los partidos de selecciones de la Liga de Naciones de la CONCACAF, el torneo que creó la confederación para la integración y crecimiento de la actividad de las selecciones centroamericanas y caribeñas, que sólo tenían un par de partidos al año.

La selección de futbol de Sint Maarten recibió en sus dos primeros partidos de la Liga de Naciones de Concacaf 25 goles. Eso quiere decir que le anotaban un gol en promedio cada siete minutos y 12 segundos. Aunque la Asociación de Futbol de Sint Maarten no está afiliada a FIFA, desde 1998 es miembro de la Concacaf, lo que le permite participar en torneo de selecciones.

La isla situada en el mar Caribe y que tiene el protectorado del reino de los Países Bajos no es la peor selección de Concacaf. Según el ranking del organismo, se sitúa en el lugar 38 de las 41 federaciones que integran la confederación, pero en el inicio de la Liga de Naciones de Concacaf ya es el peor equipos del torneo.

Casi la mitad de los partidos del nuevo torneo de selecciones de la Concacaf (42%) terminó con ventaja para el ganador de cuatro o más goles. El récord lo ostenta Sint Maarten, con las goleadas más abultadas, cuya diferencia superó los dos dígitos en el marcador.

Hasta la tercera jornada de la Liga de Naciones de Concacaf, el torneo que creó la confederación para la integración y crecimiento de la actividad de las selecciones centroamericanas y caribeñas, que sólo tenían un par de partidos al año y no siempre eran de carácter oficial, se habían registrado cinco partidos con diferencias de más de 10 goles entre los equipos, y otros tres con marcadores de ocho goles de diferencia entre las selecciones participantes.

Uno de los factores de riesgo que identifica la FIFA en su documento “Recomendaciones específicas para prevenir el amaño de partidos” incluye la manipulación de resultados y la amplía diferencia de goles como uno de los signos de posible fraude deportivo.

En la Liga de Naciones de Concacaf, de los 34 partidos que se han disputado en la fase de grupos, 16 encuentros han tenido como resultado cinco o más goles de diferencia.

Según Sportradar, la empresa que se encarga de analizar partidos de futbol, tenis, basquetbol y trabaja con ligas como NFL, NHL y NBA, la región de Centroamérica y el Caribe es una de las zonas donde más vulnerables son los equipos y selecciones de ser contactados por mafias y grupos de delincuencia organizada para manipular resultados, que aprovechan la vulnerabilidad económica de las federaciones y clubes.

“La diferencia de goles puede indicar un amaño de partidos. Pero no es la única manera de que esto pueda ocurrir. En torneos como los de Concacaf, donde hay gran diferencia de calidad entre los equipos, puede ser más común la amplía diferencia de goles. Se debe de evaluar la situación de los juegos. La diferencia de goles no es un valor único e indicativo sobre el amaño de partidos”, indicó Tiago Horta Barbosa, director de Nuevos Negocios de Sportradar para Latinoamérica.

Los casos más recientes sobre investigaciones de amaño de partidos incluyen a países de Concacaf, como Guatemala, El Salvador, Jamaica y Trinidad y Tobago, entre otras.

En el 2013, la selección de futbol de El Salvador suspendió de por vida a 14 futbolistas del equipo nacional luego de que se comprobó que influyeron en los resultados de tres partidos.

Un año después, la Concacaf firmó un convenio con Interpol para investigar y educar a los jugadores sobre las consecuencias del amaño de partidos, y desde el 2015 Sportradar colabora con la confederación para detectar flujos inusuales de apuestas deportivas, otro de los signos para detectar posible fraude en el futbol.

La empresa de monitoreo de apuestas indica que anualmente revisa 64,000 partidos de deportes como futbol, basquetbol, tenis, entre otros, de los cuáles sus proyecciones indican que 1% (es decir 640 partidos) tienen indicios o probabilidades ser amañados.

Además de los resultados abultados, la falta de transmisión por televisión de los partidos, los flujos de apuestas y las diferencias económicas de las selecciones aumentan el riesgo de amaño en los partidos.