El Club de Fumadores sostiene que «prohibir fumar cuando hay alternativas vale en Corea del Norte»
Deben ser los empresarios hosteleros los que decidan si en sus locales se fuma o no y los clientes los que elijan, porque la realidad es que no hay una demanda real para que haya locales sin humo, dijo.
Respecto al derecho de los empleados de los locales a un ambiente de trabajo saludable y sin humos, debe ser en todo caso ellos mismos los que lo defiendan, pero no sociedades médicas con intereses inconfesables, sostuvo.
El Club defiende que las personas decidan libremente si fuman o no y que sean la convivencia, la cortesía y la tolerancia los criterios para determinar los espacios en los que pueden hacerlo.
Blanco afirmó que el Club de Fumadores por la Tolerancia se financia por las cuotas de sus socios y vendiendo una revista que editan, y negó cualquier relación con la industria tabaquera o con las empresas de hostelería.
El portavoz del club presentó una encuesta realizada en toda España a partir de 1.816 encuestas telefónicas aleatorias, de las que el 15 por ciento, unas 270, corresponden a Canarias.
La encuesta revela que en Canarias, el 43,3 por ciento de los consultados defiende que haya más restricciones en el uso del tabaco en los locales públicos, mientras que el 36,2 por ciento apoya que la legislación se mantenga como está y el 18,5 por ciento que se reduzca.
Eso quiere decir que la mayoría se opone a mayores prohibiciones, dijo Blanco, quien señaló que además en la encuesta se pone de relieve que el 41 por ciento es partidario de la prohibición total en los espacios públicos y el 58,9 por ciento de que se mantengan zonas separadas.
Datos como que el 70 por ciento de los no fumadores nunca ha rechazado a otras personas porque fumen a su lado o que el 60 por ciento de los fumadores contesten que nunca se han sentido rechazados por fumar avalan que «no hay un conflicto por el cigarrillo», afirmó.
El portavoz de Fumadores por la Tolerancia señaló que la mayoría de los encuestados en Canarias no fumadores cree que los fumadores son cada vez más respetuosos, y además los fumadores opinan de sí mismos que son muy o bastante respetuosos.
El 71 por ciento de los encuestados que fuman dicen que piden permiso para encender un cigarrillo si están en un ambiente de poca confianza, y si a alguien le molesta no fuma, explicó el portavoz.
Javier Blanco acusó al Ministerio de Sanidad de no haber realizado ningún estudio de impacto económico sobre el efecto de una eventual prohibición de fumar en todos los locales hosteleros, y afirmó que los bares y cafeterías tendrían menos negocio, puesto que el 18 por ciento de los encuestados en Canarias dice que iría menos a esos locales si no dejaran fumar.
También dijo que la prohibición total llevaría a que los fumadores saldrían de los locales a fumar a la calle, con las consiguientes molestias de ruidos para los vecinos.
Javier Blanco explicó que si la ley actual no se cumple la solución no es prohibir aún más, sino hacerla cumplir, porque nadie garantiza que si hay más restricciones esta vez sí se vaya a respetar la norma.
En su opinión, la falta de cumplimiento de la ley vigente se debe a que no está adaptada a la realidad de la sociedad, en la que no hay un conflicto por el cigarrillo.
Agencia EFE