El juego vuelve a la Fórmula 1

Full Tilt F1

La Fórmula 1 ha cerrado una de las mayores operaciones comerciales de su historia, con un acuerdo de más de 100 millones de dólares para vender patrocinios a compañías de apuestas.

Sean Bratches, director gerente de las operaciones comerciales de la F1, describió el acuerdo como un «movimiento centrado en el aficionado», ya que miles de espectadores se han acostumbrado a los acuerdos de juego en otros deportes. Añadió que los ingresos mejorarían el espectáculo, financiando a unos equipos que afrontan unos costes enormes para competir. «Se entiende que el patrocinio inyectará dinero en el deporte que mejorará la experiencia para el aficionado», señaló Bratches. «Hay que equilibrar esto con el servicio que se da a los aficionados. Es una oportunidad que sirve a ambas partes».

Bratches explicó que el acuerdo era «importante», pero no reveló su valor preciso. No obstante, fuentes familiarizadas con las condiciones del mismo señalaron que ascendía «al menos» a 100 millones de dólares en cinco años, situándolo a la altura de los mayores acuerdos de patrocinio de la F1, como el del fabricante de relojes de lujo Rolex.

Por otra parte, en un acuerdo que guarda relación, Liberty Media ha firmado un contrato con Sportradar, una start up de tecnología europea, para utilizar los datos de las carreras de F1 para ayudar a ISG y a las compañías de juego a crear mercados de apuestas y a realizar controles de «integridad», que permitan identificar pautas de apuesta sospechosas. Según estas condiciones, ISG pagará una cuota por adelantado a Liberty. La agencia recuperará su dinero, y espera sacar beneficios, alcanzando una serie de acuerdos aparte con patrocinadores de apuestas en distintos mercados de todo el mundo.

DIFERENTES LEGISLACIONES

Los patrocinadores podrán mostrar sus marcas, ya sea mediante carteles electrónicos a pie de pista o en gráficos en pantalla durante las carreras televisadas, pero una persona familiarizada con las ideas de la F1 explicó que «actualmente no contemplaba» permitir que muestren anuncios que animen a los espectadores a apostar durante una carrera. Muchos países aplican bloqueos legales a este tipo de «llamamientos» y también preocupa el efecto sobre los niños. En Reino Unido, el mercado de retransmisiones más valioso de la F1, hay pocas restricciones a los anuncios de las compañías de juego durante los eventos deportivos. Yen mayo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos derogó una prohibición federal a las apuestas deportivas. Esto llevó a los grupos de apuestas y a las ligas deportivas a intervenir para sacar provecho del interés de los apostadores estadounidenses. Pero otros países, como Italia y Australia, han dictado leyes que restringen o prohíben a las casas de apuestas respaldar a organizaciones deportivas o anunciarse durante eventos en directo.

Nigel Currie, fundador de la consultora de deportes NC Partnership, señaló que al aceptar las apuestas, la F1 había reproducido las presiones llevadas a cabo para mantener el patrocinio del tabaco hasta los años 90, pese a que los gobiernos tratasen de prohibir esos acuerdos. «Es probable que la situación se complique para la industria del juego [el patrocinio de deportes y la publicidad] en determinados mercados», advirtió. «La F1 es uno de los deportes más complicados para los reguladores debido a su carácter tan internacional».

Fuente: expansion.com