El Sector presenta sus novedades en la Feria de Málaga
El sector recreativo se reinventa y muestra en Málaga ruletas sin crupier, mesas táctiles y máquinas con confeti. ‘Hagan juego, señores’. La frase no la pronuncia un crupier. Aparece escrita en varios idiomas en la pantalla táctil en la que los clientes realizan sus apuestas con fichas virtuales. La ruleta gira continuamente en el centro de forma mecánica. Las personas sentadas alrededor de la mesa eligen número y color sólo con una pulsación de dedo y deciden en qué momento quieren que la máquina les abone su dinero. El casino y las salas de juego ya no son lo que eran. En plena crisis y con la competencia de las apuestas ‘on line’, el sector recreativo necesita reinventarse para mantenerse vivo en el mercado, y lo hace invirtiendo en tecnología, con juegos más atractivos y espectáculos de luces, sonidos… y confeti.
Así se puso de manifiesto ayer en la XXIX Feria Andaluza del Recreativo, que abrió sus puertas para profesionales del sector en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, donde hasta mañana un centenar de fabricantes y distribuidores muestran sus productos estrella en un escenario económico hostil que ha lastrado las cuentas del sector con pérdidas superiores al 20% en algunos casos, según indicó Macarena Bazán, directora general de Espectáculos Públicos y Juegos de la Junta de Andalucía. Los casinos son los más perjudicados.
Lluvia de colores
Ante este panorama, innovar es casi un mandamiento en las ruletas y mesas de juego, pero también en las tragaperras. En algunas de Ortiz Gaming, cuando el cliente consigue un ‘jackpot’ -el bote especial-, cae una lluvia de papeles de colores, al tiempo que suena la música y vibra el asiento. «Es una forma de hacer más atractivo el juego para conseguir que enganche. Es la clave del negocio», afirma Alejandro Ortiz, propietario de la multinacional.
La innovación, sin embargo, no está reñida con la tradición. El futbolín de toda la vida, los dardos o las mesas de aire siguen teniendo su público, según explica Mario Reboredo, de Recreativos Presas. En su caso, la organización de campeonatos es el mejor antídoto contra la caída del consumo para motivar a los jugadores, al igual que ocurre en el billar que, según Roberto Aparicio, de Billiard Pool Valley Europe, mantiene el tipo frente a los videojuegos, cada vez más reales.
Para los que todavía no piensan en consolas, Carfama distribuye una máquina recreativa en la que niños de 3 a 8 años pueden dibujar, reconocer sonidos o completar palabras tras la introducción de unas monedas. Aunque luce junto a las tragaperras, su función es principalmente «didáctica», por lo que los responsables de la firma aseguran que no hay riesgo de que genere adicción.
Los fabricantes y distribuidores de expendedores también tienen su espacio en la feria, donde puede adquirirse, por 495 euros, un alcoholímetro en el que el usuario puede saber si ha superado el límite permitido soplando por una pajita. Una apuesta por la seguridad.
Fuente: diariosur.es