El Síndrome de Hubris o la adicción al poder enmascarado en una Proposición no de Ley
El poder es peligroso, nubla la visión, y aísla en un aura de infalibilidad intelectual contraria a los principios democráticos… decía Roosvelt. Y caray si tenía razón, sobre todo en lo de nublar la visión.
Se dice también sobre el poder que esta enfermedad la padecen gobiernos, partidos y candidatos. Puede padecerla también cualquier persona que esté en el poder, así como quien pretenda ascender al mismo o perpetuarse en un cargo en el gobierno o en un partido político. Este “virus” hace mucho que habita entre los políticos.
La última visión nublada, ha sido la del PP, y su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, que no parece haber encontrado acomodo en su nueva situación y nos muestra ahora una actitud absurda e irracional frente a las máquinas recreativas en hostelería.
Nos llega la noticia de una Proposición no de Ley firmada por el PP para instalar en máquinas recreativas de hostelería dispositivos similares a los de las máquinas de tabaco para evitar el acceso de menores a ellas.
Ignorancia en su máxima expresión, dado que mezcla comportamientos problemáticos de menores con el juego (que se sepa los menores no tienen ningún problema con las máquinas en hostelería), sonidos que, estando prohibidos, sirven de reclamo; personas con adicciones… En fin, un despropósito digno de quien habiendo perdido el poder (y este sí que es adictivo) busca recuperarlo a la desesperada. Pero ese no es el camino. Populismo es pan para hoy (o ni eso) y hambre para mañana…
Suerte que el juego de ámbito presencial es de competencia autonómica.
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