Históricamente, la prohibición de conductas tan naturales del ser humano como jugar y divertirse no ha resuelto nada…

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Sólo ha fomentado la clandestinidad, el abuso y la ilegalidad. Así se expresa el que fuera Superintendente de casinos de juego de Chile en una interesante exposición de su visión del juego publicada por el medio Yogonet, que transcribimos a continuación.

Francisco Leiva explica que los juegos de azar, físicos u online, están prohibidos en Chile, salvo que sean autorizados por leyes particulares y excepcionales, tal como sucede con los casinos de juego, la Polla Chilena de Beneficencia, la Lotería de Concepción y los hipódromos. “Al no existir una ley que autorice la operación de juegos online, actualmente están prohibidos”, señala el exfuncionario.

Su postura con respecto a este escenario es crítica: “Históricamente, la prohibición de conductas tan naturales del ser humano como jugar y divertirse no ha resuelto nada. Sólo ha fomentado la clandestinidad, el abuso y la ilegalidad”.

Tanto la Polla Chilena de Beneficencia como la Lotería de Concepción utilizan plataformas online, pero sólo como canal de venta para juegos como el Loto y Kino. Sin embargo, Leiva informa que ambas entidades sí ofrecen juegos online correspondientes a los raspes, cartones con áreas ocultas que el jugador debe raspar para saber si ganó algún premio. Modificaron el reglamento de este juego para poder vender versiones virtuales o electrónicas, incluso algunos raspes pueden visualizarse al estilo de las tragamonedas.

El exfuncionario aclara que esto no contradice el enunciado de que la operación de juegos online está prohibida en Chile: “Esos juegos online tienen el sustento legal de que se trata de una versión electrónica del raspe que es un juego autorizado para la Polla y la Lotería de Concepción”.

Opina que el juego en su país se ha desarrollado de forma inconexa, a través de normas específicas para cada mercado y sin una visión sistémica. Si se llegara a implementar una única normativa que comprendiera a los diferentes sectores del juego –casinos, Polla, Lotería de Concepción, hipódromos, máquinas de la calle, apuestas deportivas, juego online– sería indispensable la existencia de un único ente regulador, similar a la Comisión de Juego de Nevada, sostiene el exsuperintendente.

Asegura que la no regulación del juego online impacta en varios ámbitos: “Si nos limitamos al impacto tributario y, asumiendo que el juego online tiene una tendencia de crecimiento en especial en el segmento de los millennials, se puede estimar un nivel de juego no inferior a USD 1.000 millones al año y, dependiendo del gravamen que se les imponga, se puede estimar que los ingresos tributarios no serían inferiores a USD 100 millones anuales”.

La gestión de Leiva como superintendente de Casinos de Juego se extendió entre el 2005 y 2012. Continúa ligado a la industria como asesor de la de la Asociación Gremial de Operadores, Fabricantes e Importadores de Entretenimientos Electrónicos (FIDEN).

Fuente: yogonet.com