Hoy hablamos de controles… pero pronto hablaremos de desempleo


Parece que los votos valen más que todo. Más que las miles de personas que tienen un empleo gracias al sector; más que los miles de jóvenes que encuentran una oportunidad laboral en un salón o en una casa de apuestas; más que todo, definitivamente.

Pero esos votos que hoy se ganan con el populismo, se perderán cuando haya que enfrentarse a la realidad. Y la realidad pasará por el cierre de muchas casas de apuestas y salones, ahogados por la obligación de tener una persona a la entrada de los establecimientos dedicada casi en exclusiva al control de acceso de los clientes. 

Nadie se ha parado a pensar o a escuchar que muchas de esas casas de apuestas que están en el punto de mira suponen el modo de vida de mucha gente. Muchas de ellas sobreviven por el autoempleo del propietario y muchas permiten que jóvenes a los que supuestamente hoy se quiere proteger, tengan un trabajo (y muy digno dicho sea de paso).

¿Y qué pasará con los locales cuyos propietarios también viven de la renta que obtienen de su inquilino? ¿Se cree el Sr. Garrido y los políticos que alguien va a establecerse ahí? ¿Se creen que hay mercado para el pequeño negocio de calle? No señores, no hay mercado… Hay Zara, hay Amazon, hay internet… Poco más…