El error es prohibir el juego, no permitirlo y regularlo

Tokyo

Brasil primero, Japón ahora… La regulación del juego es el mejor camino para una oferta controlada, que proteja a los usuarios y que permita el beneficio de todos los sectores involucrados en la actividad. El juego es algo demandad por la sociedad desde siempre y aquello que no se tiene y se quiere, termina por buscarse fuera. Eso es lo que tanto Brasil como Japón van a impedir gracias a sendas normativas que van a permitir el juego en sus territorios y que a buen seguro les van a reportar grandes beneficios.

La Cámara Alta del Parlamento de Japón aprobó una propuesta legislativa que permitirá la apertura de casinos en el país asiático. La propuesta, impulsada por el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) que lidera el primer ministro Shinzo Abe, permitirá los juegos de azar en casinos ubicados en «resorts» como hoteles o complejos de ocio, y que hasta ahora estaban prohibidos en Japón.

 

La mayoría de diputados de los partidos de la oposición votaron en contra de la iniciativa legislativa, incluyendo miembros del partido budista Nuevo Komeito -socio de la coalición gobernante del PLD-, e intentaron retrasar su aprobación por todos los medios que permite el proceso legislativo.

 

La legalización de los casinos tiene como objetivo atraer a más visitantes extranjeros y fomentar el gasto de éstos en el país asiático, en el marco de otras medidas para promover el turismo con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

 

La ley de Japón prohíbe de forma general las apuestas y los juegos de azar, aunque se permiten ciertas excepciones para las carreras de caballos y ciertos deportes de motor y para loterías gestionadas por administraciones locales.

 

La normativa fue aprobada en la Cámara Alta durante la última jornada de la sesión parlamentaria extraordinaria, y deberá recibir ahora el visto bueno de la Cámara Baja, donde el partido gobernante también ostenta mayoría.

 

Fuente: terra.es