La provincia de Buenos Aires prohíbe cajeros en establecimientos de juego

Panama juego

Creyendo que un jugador compulsivo no irá a buscar dinero para continuar jugando y, en perjuicio seguramente de aquellos que juegan de modo responsable, el Instituto Provincial de Loterías (IPLyC), opta por el camino más fácil para atajar un problema que ha de tratarse desde la base y no con medidas de este tipo que poco aportan a quienes tienen el problema y mucho quitan a quienes no lo tienen.

En la provincia de Buenos Aires sólo se podrá jugar en efectivo. Bingos, casinos, hipódromos y agencias hípicas solo podrán operar con cash. Una resolución del Instituto Provincial de Loterías (IPLyC) prohibió la instalación de cajeros, posnet, sistemas de préstamos personales, cambio de cheques y cualquier forma de dinero electrónico en las todas las salas del territorio bonaerense.

Las autoridades intentan reducir los comportamientos de juego compulsivo y por eso restringen la utilización de mecanismos que permitan obtener efectivo cerca de los centros de apuestas. La disposición 2.215 publicada ya en el Boletín Oficial lleva la firma del presidente del IPLyC, Eugenio Melitón López, y argumenta que “se intenta desalentar toda medida que facilite el acceso de dinero para continuar apostando sin control alguno, lo cual puede llevar a consecuencias nefastas tanto para el patrimonio personal, la salud y la familia del jugador”. Además, explican que “la prohibición pretende que la decisión acerca del monto o disponibilidad de crédito para jugar sea tomada de manera meditada a fin de evitar excesos”.

En Buenos Aires funcionan 46 bingos; 12 casinos; 5 hipódromos y 186 agencias hípicas. Una medida dispuesta hace 15 años ya prohibía la instalación de cajeros automáticos dentro de las salas. Pero, la digitalización de los métodos bancarios logró perforar esa restricción con algunas variantes. “Había ventanillas que permitían el pago con tarjetas de crédito o débito; otras modalidades como los préstamos inmediatos y hasta sistemas de empeño cerca de las ventanillas”, explicó a Clarín el responsable del Instituto, Melitón López. Desde hace dos meses, inspectores del  istitutorecorrieron casas de apuestas y detectaron esos mecanismos que facilitaban efectivo.

Ahora los establecimientos cuentan con 10 días para que los operadores retiren esos instrumentos de expendio de billetes. “Los incumplimientos se sancionarán con la clausura inmediata. No habrá advertencias ni avisos: los infractores terminarán con una faja roja en la puerta”, aclaró el funcionario.

El juego legal representa una veta económica que mueve casi 150 mil millones de pesos por año en la Provincia. El cálculo incluye también el movimiento de las 4.200 agencias de apuestas de todo el territorio.

Fuente: clarin.com