La Quiniela cayó un 55,8% desde 2008. Mientras, El Confidencial se ceba con el sector

Flecha-de-descenso

Tal vez sea este uno de los motivos por los que el sector del juego y en concreto el de las apuestas, está recibiendo ataques día sí, día también. El último, la encerrona al bueno de Juan Lacarra, secretario general de ANESAR que le ha hecho El Confidencial este fin de semana en relación con el crecimiento de los salones de juego y las apuestas en los últimos años.

Por suerte, tenemos al medio Azar Plus que rápidamente se ha puesto en contacto con el bueno de Juan y le ha permitido aclarar lo que todos aquellos que sepamos un poco del mundillo “prensa generalista” ya sospechábamos. Nada de nada y donde se dice sorpresa, se pone alarma y donde se dice crecimiento se habla de boom…

En cualquier caso, lo que sí es cierto y nadie puede negar es el declive de un juego obsoleto, aburrido y que no atrae a nadie.

Desde el 2008, las apuestas deportivas se han transformado radicalmente en España. Aquel año la Quiniela alcanzó unas ventas de 557,4 millones de euros y repartió 306,6 millones en premios, dejando el juego real en 250,8 millones. En el 2016, las ventas se situaron en menos de la mitad, 238 millones. «Las apuestas deportivas presenciales se han interiorizado en los hábitos de los aficionados al deporte, igual que las ‘on line’, que además cuentan con un fuerte soporte publicitario a escala global», se esgrime en el ‘Anuario del juego’. «El nuevo modelo del fútbol basado en los derechos de imagen por retransmisiones favorece las apuestas y desplaza a la Quiniela como fuente de ingresos de los clubes», se apostilla.

TODOELJUEGO.COM vía lacronicabadajoz.com