La Xunta incluye en la Ley de acompañamiento la autorización a los casinos para abrir salas apéndice
El capítulo III del título II de la Ley de acompañamiento implica una reforma de la ley de juegos y apuestas. La norma, promulgada en 1985, estipula que solamente puede haber un casino por provincia y, además, este deberá, «en todo caso, contar en un radio de 25 kilómetros» con un «asentamiento de población superior a los 300.000 habitantes». Así, en la práctica, la Xunta estipulaba el marco para que solo pudiera haber dos casinos en Galicia: uno en el entorno de Vigo y otro, en el de A Coruña. Tras años de reclamaciones del sector del juego y de globos sonda del Gobierno gallego, esto va a cambiar.
Dicha restricción de 1985 permanecerá intacta en la ley que, no obstante, verá incrementado su texto con dos puntos en el artículo 8. En ellos la Xunta señala que «podrá autorizarse a cada uno de los casinos de juego la instalación y funcionamiento de una sala adicional». La particularidad de esta «sala adicional» es que puede estar «fuera del recinto o complejo donde esté situado el casino», concretamente, en cualquiera otro sitio siempre que esté «dentro de la misma provincia». Así las cosas, serán dos casinos que legamente constarán como un solo. «Dicha sala -continúa la ley de acompañamiento- funcionará como apéndice del casino del que fuese parte» y en ella «podrán practicarse todos los juegos autorizados para casino».
Esta reforma legal abre la puerta de par en par a la que viene siendo una reclamación histórica del sector del juego y, más concretamente, de las empresas propietarias del Casino La Toja, situado en la isla de A Toxa. Cirsa y Egasa vienen presionando desde hace tiempo para poder abrir un nuevo casino en Vigo. Así, por ejemplo, ya en 2013 el presidente de Egasa, José González, expresaba su deseo de abrir en la ciudad viguesa una especie de sucursal de su instalación de A Toxa.
En la línea de estas reclamaciones el vicepresidente y conselleiro de la Presidencia, Alfonso Rueda, viene deslizando desde hace años su disposición a atender la demanda. De este modo, durante una visita a Vigo en 2011 Alfonso Rueda explicaba que la apertura de un casino en la ciudad supondría «un atractivo para la gente de fuera», caso por ejemplo de los «cruceristas». «Lo estamos considerando, podría funcionar», admitía entonces el número dos de Feijóo, que veía en la idea del casino vigués un «proyecto muy ventajoso».
Ahora los argumentarios de uno y de otro quedarán plasmados en la ley. Así, el Gobierno de Feijóo indica en la exposición de motivos de la ley de acompañamiento que la «posibilidad de abrir salas apéndice o adicionales a los casinos autorizados» es un «instrumento para la dinamización de la actividad económica». Un nuevo casino, asegura la Xunta, tendrá «impacto directo tanto en el sector del juego como en otros relacionados, señaladamente en el del turismo, con la ampliación de la oferta de ocio».
Fuente: eldiario.es