Luz verde a la instalación del Casino en Porto Pi Centro

El ayuntamiento de Palma ya ha dado luz verde al traslado del Casino de Mallorca hasta el centro comercial de Porto Pi, aunque la decisión adoptada por su Gerencia de Urbanismo nace bajo la amenaza de terminar en los Tribunales. Desde las organizaciones empresariales que representan a los bingos y salones de juego se ha anunciado la presentación de una demanda para «exigir responsabilidades» tanto a los cargos políticos como a los técnicos que han emitido los correspondientes informes favorables, al tiempo que se ha acusado a la alcaldesa, Aina Calvo, de haber incumplido todos los compromisos que había adquirido con el sector.
El gerente de Urbanismo de Palma, Bartomeu Tugores, anunció ayer la concesión de las licencias de actividad y de obras, lo que abre definitivamente la puerta a que el Casino traslade su sala de juego desde su actual emplazamiento en Calvià hasta el espacio que anteriormente ocupaba en el interior de Porto Pi las primeras salas de cine que se abrieron en estas instalaciones.
El responsable municipal subrayó que la autorización se produce después de que las deficiencias detectadas inicialmente en el proyecto se hayan subsanado, lo que ha permitido que todos los informes técnicos y jurídicos emitidos en última instancia hayan sido favorables, pese a que inicialmente alguno fue de carácter negativo.
Tugores puso de relieve que una vez que la empresa cumple todas las exigencias, el Consistorio está obligado a conceder las licencias que se le habían pedido, y recordó que previamente se había registrado la autorización al traslado por parte del Govern, «que es quien tiene las competencias en materia de juego».
Respecto al hecho de que la tramitación haya tenido una duración de seis meses (la petición entró en Cort el pasado 5 de marzo), afirmó que no se le ha dado una mayor agilidad que a otros proyectos.
En cualquier caso, desde Cort se recordó que esta autorización del Ejecutivo autonómico está recurrida, a lo que se suma el hecho de que queda pendiente también la concesión del permiso de apertura, una vez que las obras concluidas hayan superado la correspondiente inspección.

Amenaza del resto del juego

La reacción de las patronales isleñas del juego ha sido extremadamente dura, con la amenaza de llevar a los Tribunales tanto a los políticos como a los técnicos municipales por haber tomado una decisión que se calificó de «ilegal».
Especialmente agrios fueron los comentarios sobre la alcaldesa, a la que se acusó de haber engañado al sector con promesas que luego no ha cumplido, como el que la autorización del traslado a Porto Pi sería abordado por el Consejo Social o que antes de tomar una decisión definitiva se iba a volver a mantener un encuentro con los dirigentes de las patronales antes señaladas.
Desde las asociaciones Sareiba (salas de juego), Aesbi y Asba (bingos) se insiste en que el proyecto no cumple con todos los requisitos exigidos por la normativa, a la vez que se asegura que «rompe con el equilibrio que existía en la isla entre los diferentes sectores del juego».
En opinión de los responsables de estas patronales, «Palma no se merece un casino situado en el interior de un centro comercial», y se destacan los problemas que en materia de seguridad se pueden dar con la elección de este emplazamiento.

Fuente: diariodemallorca.es

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