Por esto (y por otros muchos motivos) no se pueden permitir dispositivos que interfieran en el funcionamiento de máquinas de juego

La Guardia Civil investiga una estafa que supera los 12.000 euros vinculada al uso fraudulento de una de estas máquinas, cada vez más modernas pero no inviolables a la vista de los hechos. «Lo que hicieron fue jugar gratis e ir sacando el dinero a lo largo de los días», explica el dueño del local en el que está ubicada la máquina que alguna persona o grupo organizado consiguió engañar y que prefiere mantener su anonimato.

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