Una apuesta ganadora de 6.000 euros recuperada de la papelera y premiada
La historia discurre entre un salón de Alcobendas y otro de Torreón de Ardoz. En Alcobendas, dos amigos deciden realizar una apuesta a medias, copiando otra que previamente han visto realizar a un cliente de la sala y que les ha gustado. El boleto se lo queda uno de ellos, que se traslada al salón de Torrejón de Ardoz, donde había quedado con otros amigos para “echar unas apuestillas”. Es aquí donde decide realizar una limpia de boletos antiguos no premiados y tirarlos a la papelera, con la mala suerte de que entre ellos se encontraba el validado en Alcobendas.
De nuevo en Alcobendas unas horas más tarde, se percatan de que entre los boletos que ha tirado a la papelera del salón de Torrejón estaba el premiado. Todo y con eso, los apostantes tenían fotos con las que intentaron cobrar la apuesta, pero no resultó suficiente. Había que esperar tres meses por si alguien aparecía con el boleto original para cobrar el premio.
Ante esta situación, decidió volver al salón de Torrejón en busca del boleto, donde ya habían recogido la basura. Ahí, pidió que le dejaran rebuscar entre las bolsas y tras casi una hora removiendo papeles, logra localizarlo.
Final feliz, premio de 6.000 euros con 20 euros apostados y lección aprendida: no tires nunca el boleto sin comprobar que está premiado.
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