Urge una equiparación del régimen jurídico y tributario de los canales presencial y online
El sector del juego presencial está cayendo a pasos agigantados en los últimos años en Málaga. Las principales causas de este hundimiento son la crisis económica y la proliferación del juego por internet, cuyo marco normativo y fiscal es bastante distinto y ha puesto en jaque a los establecimientos tradicionales.
El juego en bingos, casinos y salones recreativos movió el año pasado en Málaga 439,8 millones de euros, la cifra más baja en una década y casi la mitad que la obtenida en 2005, cuando se alcanzó un récord con 814 millones de euros.
Málaga se mantiene a la cabeza en Andalucía, entre otras cosas, porque esta provincia tiene dos de los cuatro casinos existentes en la región, aunque su peso es menor, tal y como se desprende de las estadísticas oficiales publicadas por la Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía.
Las máquinas siguen siendo las que más dinero mueven, con 246 millones de euros el año pasado, y las que menos se han visto afectadas por la crisis e internet. El volumen de dinero jugado en los casinos se elevó a 122,4 millones de euros en 2013 y en los bingos fueron 70,5 millones. Cabe destacar que de ese volumen hay que descontar los premios que obtienen los jugadores y los impuestos, por lo que el gasto real, es decir, el que se obtiene de detraer a lo jugado los premios es menor. Por otra parte, el gasto aparente, el resultante de dividir el gasto real estimado por la población fue de 19 euros en los casinos, de 16,4 euros en los bingos y de 38,3 euros en las máquinas el año pasado.
En Málaga sigue habiendo dos casinos, el de Marbella y Torrequebrada en Benalmádena, y en Andalucía ya solo quedan cuatro tras el cierre del de San Roque. Javier Burgués, director general del Casino Marbella, señala a este diario que su sector está «atenazado» y que la situación es «alarmante» porque se están cerrando muchos establecimientos. Burgués apunta a la crisis como una de las principales causas del descalabro que les ha llevado a perder la mitad del volumen de juego en una década, pero hace especial hincapié en la competencia que está suponiendo la aparición de casinos on line y en la «asimetría» entre ambos tipos de negocio en materia fiscal. «Los casinos presenciales tenemos que pagar un 65% de impuestos y los casinos on line pagan un 25%», denuncia este experto, quien asegura que «estamos luchando con la Junta de Andalucía para que se busquen vías alternativas, ya que estamos en desigualdad».
Burgués reconoce que no se puede frenar el negocio on line porque «no se le pueden poner puertas al campo», pero recuerda que «el juego presencial genera más empleo directo e indirecto y estamos siendo los más damnificados». Solo en el Casino de Marbella trabajan 190 personas.
La competencia en materia de juego la tiene la Junta de Andalucía y es la que pone la carga impositiva, aunque en el caso de los juegos on line lo controla el Estado, por lo que los empresarios reclaman que haya una mayor semejanza en materia de impuestos para poder competir en igualdad de condiciones y desarrollarse. «Queremos crecer en actividades y hacer más inversiones pero con las condiciones actuales no podemos», subraya Burgués.
En los bingos ocurre lo mismo, aunque aquí la competencia no es solo internet sino también los bingos ilegales que se hacen en las peñas y otro tipo de colectivos. Eso ha provocado que en Málaga hayan cerrado cuatro salas desde el año 2004 hasta contabilizar ahora un total de 16. Málaga y Cádiz lideran el número de salas de bingo en Andalucía, si bien en la provincia gaditana han cerrado siete a lo largo de estos años.
Fuente: malagahoy.es