Mientras, las máquinas recreativas continúan a la cabeza en aportación por tasas

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Son el subsector que más contribuyó en 2017 en concepto de tasas, con un total de 26.082.169,59€, seguidas por los bingos con 12.180.715,20€ y ya lejos Loterías y Apuestas online con 3.356.212,09€. Se trata de datos recogidos por el informe anual del juego en Aragón correspondiente al año 2017.

Otro de los datos más llamativos que revela el informe del sector en Aragón es el repunte experimentado por el bingo electrónico, que después de dos ejercicios de desplome volvió a acercarse a las cifras de 2014, cuando llegó a mover casi 7 millones de euros, mientras que en 2016 ni siquiera alcanzó los 3,5. En 2017, se rozaron los 6 millones jugados.

Se trata de otra de las modalidades más nuevas –la Comunidad la reguló en 2011– y una de las razones que podría haber contribuido a esta subida es que en 2016 la explotación del bingo electrónico se realizaba a través de una única empresa y su gestión correspondía básicamente a los bingos, mientras que el pasado año otra firma se sumó al negocio en Aragón e instaló sus terminales en salones de juego, según explicaron desde el Gobierno aragonés. Al cierre de 2017, se podía jugar en 5 bingos y 28 salones. Con todo, las arcas autonómicas no notaron esa recuperación y la recaudación por este concepto se estancó en poco más de 88.000 euros.

Se observó, asimismo, un nuevo incremento de ingresos tributarios por loterías, rifas, boletos y las denominadas combinaciones aleatorias. Si hasta 2009 siguieron una tendencia irregular, con constantes subidas y bajadas en la recaudación, desde el inicio de esta década no han dejado de crecer exponencialmente. En 2010 reportaron a la DGA 47.685 euros, en 2014 se superó por primera vez el millón de euros y en 2017 entraron en las arcas autonómicos por este concepto más de 1.812.000 euros.

El Ejecutivo autonómico trabaja en un decreto que regule las condiciones de rifas, tómbolas, etc. para que resulten «fiables, seguras y transparentes» y se eviten fraudes. Así, se plantea que los sorteos con premios que superen los 2.000 euros tengan que ser autorizados por la Administración y se concretan las prácticas irregulares sancionables.

La DGA también propone cambios en el bingo, ya que en los últimos años la mayoría de las salas «evidencian signos de estancamiento», al competir con juegos en soportes electrónicos. Este juego movió en 2017 81,7 millones –tercer año consecutivo de crecimiento– pero aún está muy lejos de los valores previos a la crisis –en 2006 superó los 194 millones–. Alegando que genera «riqueza y puestos de trabajo», el Gobierno quiere «dinamizar» este sector, «en beneficio de la Administración, del empresario y del jugador», y mejorar su competitividad frente a otros juegos incrementando el retorno en premios. De esta forma, se pasará de repartir el 63% del valor nominal de los cartones al 66%.

TODOELJUEGO.COM vía heraldo.es