Los bingos de Madrid reclaman medidas urgentes anticrisis

Si los establecimientos de juegos colectivos de dinero y azar de la Comunidad, cuya actividad principal es el juego del bingo ordinario, no tienen la posibilidad de introducir nuevas áreas de actividad que innoven y amplíen la gama de ocio a ofertar, cerrará un número aún mayor de establecimientos y será inviable la continuación del sector del juego del bingo. Así de contundente se ha mostrado el secretario general de Aseju, José Luis Merino, que representa junto con Omega a la práctica totalidad de salas de los bingos de Madrid.

Los empresarios del sector del bingo de la Comunidad Autónoma de Madrid llevan semanas esperando el trámite de audiencia de la implantación del bingo electrónico, una modalidad de juego que sustituye los tradicionales cartones por máquinas, introduce nuevos tipos de premios y dinamizaría un sector que sufre de manera especialmente intensa las consecuencias de la crisis.

El sector del bingo es -de entre los distintos sectores del juego privado- el que más puestos de trabajo sigue manteniendo en la Comunidad de Madrid. Con 59 salas funcionando, genera en Madrid 2.500 empleos directos y otros tantos indirectos. Además, supone un importante balón de oxígeno para las arcas de la Comunidad de Madrid, a las que el pasado año ingresó, en concepto de impuestos, 300 millones de euros.

En cuanto al bingo electrónico, Merino destacó que «el sector tiene especial interés en dicha modalidad, pues se sustituirá el tradicional cartón por pantallas táctiles, se jugará con mayor rapidez, se ofertarán más juegos y premios y la nueva modalidad convivirá con el juego del bingo ordinario». El texto ha sido consensuado entre las asociaciones y los responsables en materia de Juego, que lo han venido confeccionando en el último año y está listo y preparado para el comienzo de su tramitación el próximo mes.

Además, la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid, tiene sobre su mesa otra importante reivindicación del sector, la rebaja impositiva. La pretensión de los empresarios del bingo es que se adopte un modelo similar al que existe en Italia, que consiste en rebajar la carga impositiva hasta el 50% del win y elevar hasta el 70% el porcentaje destinado a premios.

En la actualidad, la carga fiscal se eleva hasta el 61,11% de las cantidades detraídas del juego, y es muy superior a cualquier otra que soporta el sector del juego privado en la Comunidad.

Fuente: eleconomista.es

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