CEOE presiona a Moncloa para frenar la ley antitabaco

 

El sector hostelero, deprimido por un consumo renqueante, se echa las manos a la cabeza y advierte del alto coste de una medida inoportuna que traerá fatales consecuencias tanto por la caída de ingresos como por la pérdida de empleos.

El endurecimiento de la ley antitabaco ha conseguido colarse en la apretada agenda del Congreso. Cuando aún está en el aire el futuro de la reforma laboral o el diseño del sistema de pensiones, el Parlamento ha decidido dar un acelerón a la norma que prohibirá fumar en todos los espacios públicos: bares, bingos, parques, discotecas…

 

Primero fue una carta a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y en esta ocasión los empresarios han llamado directamente a la puerta de Moncloa. CEOE acaba de enviar una misiva a la Oficina Económica que dirige Javier Vallés alertando de que dado el actual contexto turístico del país la nueva ley comportaría graves perjuicios para sectores importantes, en términos de actividad y empleo. Tan sólo la restauración al margen de los negocios del ocio y el juego mueve el 6% del PIB anual y, según el INE, da trabajo directo a 1.100.000 españoles.

Desde la óptica empresarial parece prematura esta modificación de la ley, argumenta en su escrito el secretario general de CEOE, José María Lacasa, quien se pregunta qué necesidad hay de endurecer una normativa por la que sólo tres países del entorno (Irlanda, Reino Unido y Chipre) han optado.
Precisamente, los empresarios se hacen eco del ejemplo del tigre celta. Desde que se impuso, en 2004, la prohibición absoluta de fumar han cerrado el 24% de los bares hasta el 2007.

¿Y qué pasará en España si Sanidad logra su objetivo? Los empresarios señalan que las pérdidas, en valor de euros constantes, se situarán en torno a un 7% en los restaurantes y oscilarán entre un 10% y un 15% en cafeterías y bares. Los locales de ocio nocturno perderán cerca del 20%.

Esta caída de ventas acontece, además, en el contexto de crisis económica y en medio de la profunda recesión que padece el sector y que hace de este momento el más difícil de los últimos 50 años, argumentan los empresarios.

Quien también ha sacado la calculadora es la Cámara de Comercio de Madrid. En un reciente estudio apunta a unas pérdidas de facturación de 380 millones de euros y 15.000 empleos en el primer año de vigencia de la norma.

El informe también llama la atención sobre los establecimientos de ocio que optaron inicialmente por prohibir fumar totalmente en sus locales y que al sufrir pérdidas superiores al 20% se vieron obligados a revocar esta decisión. A nivel nacional, la Cámara madrileña prevé descensos de la facturación del 10% (1.560 millones), achacables únicamente a la nueva ley.

Fuente: expansión.com

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