El presente de los juegos de azar en Rusia
Ya no es tan fácil venir a Rusia e intentar probar fortuna en un casino. A partir del 1 de julio de 2009 entró en vigor la ley que prohibía los casinos y salas de juego fuera de las zonas especialmente autorizadas para tener dichos locales: Kaliningrado, Azov, Altai (Siberia) y Vladivostok.
Las consecuencias fueron dramáticas ya que hubo un considerable recorte de empleos en la industria, aunque las autoridades mencionaron el número de apenas 11.500, se considera que sufrieron pérdida alrededor de 300.000 empleos. A pesar de la clausura masiva de las salas de juego con máquinas tragamonedas, ruletas y mesas de naipes, las zonas especiales resultaron inaptas para dar cabida a un gran número de locales de juegos de azar por no disponer de la infraestructura correspondiente. Por ello durante casi 6 meses en Rusia no había ni un sólo casino legal, mientras la policía luchaba enérgicamente contra los clandestinos.
Pero las cosas van cambiando. En el Sur de Rusia, en la zona fronteriza entre la comarca Krasnodarski y la provincia de Rostov abrió sus puertas el primer casino legal El Orakul (el Oráculo), y según comunica la radio Svoboda (Libertad) más de 500 personas visitarán diariamente el local, según los cálculos de sus propietarios, ya que este posee 300 máquinas y 18 mesas de juego, informó el director de marketing del proyecto, Valeri Saparin.
Al único (de momento) casino legal de Rusia los aficionados al azar podrán llegar en autobuses gratuitos desde las vecinas ciudades de Krasnodar y Rostov del Don. Los propietarios del establecimiento confían en poder recuperar el dinero invertido en menos de un año.
El 30 de enero pasado, abrió sus puertas Azov-City el primer casino legal ruso, ubicado en Azov una de las cuatro zonas de juegos de azar permitidas.
Asimismo, este verano será concluida la construcción de un hotel, inicialmente pensado en cuatro apartamentos, a ser extendido a 233 habitaciones de cuatro estrellas para 2017. Está previsto que dentro de unos tres meses la rotación de clientes alcance unas 500 personas por día.
Hoy, pese al evidente deseo de gobernadores de provincias con derecho de albergar los centros de juegos de azar, se han registrado muy pocos inversionistas para tales proyectos. Anteriormente, tan solo en Moscú, existieron aproximadamente 550 centros de juego con 32 casinos en su interior.
Según los expertos, por ahora la rentabilización de este tipo de inversiones podría durar unos 10 años, hecho que provocó que los propietarios de casinos en Moscú y de Rusia usaran su ingenio para salvar este rentable negocio. Inicialmente varios de ellos han optado por empezar a convertir sus casinos en clubes de póker por la sencilla razón de que, irónicamente, este juego es considerado un deporte y, por lo tanto, es una actividad totalmente legal. El Gobierno no tardó en reaccionar y en 2009 el póker también fue prohibido.
Los casinos más aventurados han pasado a la clandestinidad y hubo un incremento de causas judiciales a este respecto.
Tal parece que el resultado fue que las personas se volcaran definitivamente a las salas de juegos virtuales haciendo crecer el volumen de este mercado en un 100%. Hoy en día este sector sigue creciendo vertiginosamente. El negocio se blanquea y se pierden cientos de millones de euros que pueden ser aportados al Estado.
Actualmente el legislativo ruso está estudiando la posibilidad de prohibir el acceso a salas de juego virtuales entre los proveedores de Internet, cuestión muy complicada técnicamente y contradictoria a una serie de leyes y actas legislativas.