Hacienda ganaría 80 millones al año si se regula el juego online
Las apuestas por internet, que están sin regular en nuestro país y no pasan ningún control ni fiscal ni administrativo no paran de crecer, mientras el juego legal vive momentos difíciles en España, con una caída de los ingresos que no se recuerda en más de una década.
Las cada vez más populares apuestas a través de la red generaron el año pasado unos ingresos de cerca de 1.100 millones de euros, tras crecer un 20%.
Por el contrario, el juego legal vio reducida su facturación en un 6,94%, hasta los 30.110 millones de euros, según la memoria que acaba de hacer pública el Ministerio del Interior.
Una de las claves de las apuestas por internet es que escapan de cualquier control. Sus promotores pueden ser todo tipo de empresas, muchas de ellas radicadas en paraísos fiscales, y los beneficios conseguidos no revierten en las arcas de la Hacienda Pública española.
Fuentes del sector consultadas por este diario apuntan que, si en España se aplicara la misma tasa que hay en Francia sobre las apuestas por internet, del 7,5%, el Estado habría ingresado en 2009 más de 80 millones de euros, y sería una fuente de recursos en constante crecimiento.
El Gobierno tiene pendiente la puesta en marcha la regulación de este sector. Ya ha intercambiado ideas con las comunidades autónomas, que tienen competencias sobre el juego, pero sin que se haya concretado ninguna iniciativa legal, pendiente desde 2007.
Mientras pasa el tiempo, el sector del juego alegal se frota las manos. Espera ganar este año más de 300 millones de euros, frente a los 260 millones obtenidos en 2009, cuando ya creció un 20%. Aedapi, la Asociación Española de Apostadores por Internet, calcula que en la actualidad hay cerca de 300.000 jugadores.
Por el contrario, las actividades que sí están autorizadas por la Administración ven cómo su facturación y su resultado va a la baja, aunque manejan cifras que superan ampliamente las de las apuestas por internet.
Los ingresos del sector del juego legal alcanzaron los 30.110 millones, un 6,9% menos, mientras que su ingreso neto, después de pagar premios, se redujo hasta los 9.499 millones. Fuentes del sector atribuyen este peor comportamiento a dos factores: la crisis, que reduce la capacidad económica de los jugadores, y la irrupción de un competidor sin regular.
La facturación del juego legal se desglosa entre sus diferentes modalidades, según los datos del Ministerio del Interior. Los casinos y los bingos son los más afectados por la situación, con descensos de los ingresos del 12,9% en el caso de los primeros, a 1.990 millones, y del 14,3% en los segundos, hasta los 2.930 millones de euros. Entre estos juegos privados, la mejor parte se la llevan las máquinas recreativas, que generaron unos ingresos de 13.364 millones (-7,8%).
Y por el lado de los juegos públicos, los gestionados por Loterías y Apuestas del Estado y los de la ONCE, que tiene concesión administrativa, también hay descensos, aunque de menor cuantía.
El Estado ingresó, por los distintos juegos de Loterías, 9.844 millones de euros, un 2,03% menos. Esa cantidad se reparte en los 5.147 millones que aporta la Lotería Nacional de los sábados; los 278 millones de este mismo juego los jueves; 533 millones de la Quiniela y 3.859,5 millones de la Primitiva. De escasa relevancia son los ingresos que aportan el Quinigol, el Lototurf o el Quíntuple Plus.
La ONCE, por su parte, obtuvo unos ingresos en 2009 por la venta de sus distintos productos de 1.980 millones, un 5,7% menos.
Fuente: elmundo.es