Hosteleros gallegos preocupados con la Ley Antitabaco

Los hosteleros gallegos prevén una caída del 20% en su facturación si se aprueba este otoño la nueva ley antitabaco, que prohibirá fumar en el interior de bares, restaurantes y cafeterías, sin excepciones.
Eso tendrá dos consecuencias, según la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia (Cehosga). La primera, directa: pérdida de negocio, con despidos y cierres. La segunda, indirecta: la «injusticia cometida con aquellos locales a los que se les obligó a hacer obra en el 2006 para acotar una zona de fumadores que ya no servirá para nada», en palabras de Héctor Cañete, presidente de Cehosga.
«Con los datos de la Federación Española de Hostelería en la mano, calculamos una pérdida del 20% en las ventas con la nueva ley, pero además -prosigue Cañete- asistiremos a despidos de trabajadores y al cierre de un 20% de los bares, cafeterías y restaurantes de la comunidad, como ha sucedido ya en Irlanda».
Irlanda es el único país europeo que tiene en vigor una ley como la que se dispone a aprobar España, con restricción total. En los tres primeros años de aplicación (2005-2007) cerraron el 20% de los negocio.
«Además, numéricamente, la incidencia sería superior en España, que tiene la mayor red hostelera del mundo, con casi 35.000 locales solo en Galicia», explica Cañete, que recuerda también el ejemplo de Croacia, donde se aplicó en su momento la prohibición total, «pero se retiró de inmediato por el daño que estaba ocasionando al sector».
Por la grave incidencia prevista, los hosteleros ya han mantenido reuniones con la ministra Trinidad Jiménez, «con la intención de retrasar todo lo posible la aprobación de esta ley y buscar, mientras tanto, vías de negociación con el Gobierno», en palabras del responsable de Cehosga. Por ejemplo, proponen zonas de fumadores sin camareros (servicio en la barra) para evitar que estos aspiren el humo durante el trabajo.
La confederación se muestra muy crítica con «la injusticia» que comete la ley con aquellos hosteleros que hicieron obra en el 2006 para acoger a los fumadores en una zona cerrada y con extracción de aire independiente. «No se les dio dinero entonces, ni siquiera ayudas al crédito, y ahora se les va a negar una indemnización con la excusa de que ya han amortizado aquella obra, lo cual es falso», afirma Cañete.
Respecto a la prohibición de vender tabaco en bares y cafeterías, considera que no es lo que más daño hará al sector: «Todo cuenta, pero la venta de tabaco nos deja 15 céntimos por cajetilla, cuando hace una década eran 25 pesetas. Es más bien un servicio al cliente que un beneficio para el local, pero desde luego se van a ir al paro muchas familias que viven de las máquinas expendedoras».

Fuente: lavozdegalicia.es

 

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