Las casas de apuestas online aprovechan el ‘tirón’ del Mundial

Cuando se acercan los partidos decisivos del Mundial de fútbol de Sudáfrica, las casas de apuestas por internet empiezan a sacar a la luz los datos de actividad durante este torneo.  Llama la atención que las apuestas han aumentado un 50% respecto al mismo periodo del año pasado.

Según la información facilitada por El Mundo, el encuentro de la primera fase entre España y Suiza batió todos los récords, moviendo más de 50 millones de euros en algunas de las más importantes casas de apuestas del ciberespacio.

El hecho de que fuera un partido con un marcador sorprendente, unido a la convicción del público de que la situación daría la vuelta, impulsó notablemente la actividad de las apuestas en directo, dándose numerosos casos de pronósticos equivocados.

Cifras de récord en 2010
En los momentos más cruciales de los partidos, se pueden llegar a cruzar un millar de apuestas por segundo. Y es que, el número de usuarios de estos portales va claramente en aumento. Si en 2008 había 200.000 ‘ciberapostantes’ en España, en 2009 ya superaban los 280.000, y las grandes casas de apuestas ya han observado un importante crecimiento en las últimas semanas en torno a la actividad de la Copa del Mundo.

Con el ‘boom’ de este torneo, se espera que las cifras de beneficio de estas compañías aumenten considerablemente con respecto al año anterior. Los réditos que obtuvieron en 2009 fueron de 260 millones de euros, mientras que para 2010 se espera superar los 300 millones.

Se necesita una regulación eficaz
El gran problema del sector es su poco transparente regulación, que provoca constantes vacíos legales, en aspectos en los que sus ‘hermanas’, las empresas de juego tradicionales, tienen abundantes restricciones.

La principal asociación del juego española, Aedapi, lleva años pidiendo a la Administración una regulación del mercado, para evitar, entre otras cosas, que los impuestos se paguen en el Reino Unido, que tiene una legislación mucho más ventajosa para las empresas.
Fuente:elEconomista.es

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